El Gobierno va y viene con el campo. Un día es conciliador y al día siguiente parece decidido a romper la negociación. Cristina Kirchner tuvo gestos amables con los líderes rurales, pero su esposo los somete al suplicio de los atriles que reparte ahora por todo el país. "Nos culpó hasta de la derrota de Boca", ironizó el vicepresidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati.
La última pregunta sin respuesta consiste en saber si, en efecto, Néstor Kirchner está de acuerdo con esas posiciones. ¿Se convenció de que la inflación es más alta que la que le recita Moreno para conformar su ansiedad? ¿Dejó a un lado el proyecto político de empujar al campo hacia un nuevo paro para esperarlo, luego, vencido y suplicante? ¿Entró a dudar sobre otro final posible para ese eventual duelo con el campo? ¿Abandonó, en fin, su natural predisposición a jugar todo su capital a suerte y verdad?
Por Joaquín Morales Solá
Para LA NACION
Sorteo de Amazon Gift Cards entre voluntarios que envien precios
-
Desde que lanzamos el proyecto para medir inflación en Venezuela hace dos
semanas recibimos muchos emails de personas en diferentes ciudades que
instalaron...
Hace 7 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario